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FLUTD: la Enfermedad del Tracto Urinario Inferior Felino

 

¿Has escuchado hablar en alguna ocasión de la FLUTD? También conocida como Enfermedad del Tracto Urinario Inferior Felino, es un síndrome que afecta a los gatos y que generalmente tiene un origen idiopático, es decir, una causa desconocida.

 

¿Qué és?

Concretamente, la FLUTD se refiere a un conjunto de problemas que se presentan en la vejiga o uretra de nuestro gato, donde los síntomas clínicos pueden variar según el paciente. Puede detectarse:

 

  • Dificultad o molestias a la hora de orinar

  • Sangre en la orina

  • Necesidad de miccionar con mayor frecuencia

  • Orinar fuera del arenero

  • Obstrucción completa

  • Lamido excesivo por la zona del perineo

  • Comportamiento más irritable

 

Es un síndrome que puede encontrarse en felinos de cualquier edad y sexo, aunque es más habitual localizarlo en gatos/as de mediana edad, que llevan una alimentación a base de pienso y que además tienen sobrepeso o realizan poco ejercicio. Si están esterilizados, son más susceptibles a padecerlo. Y en el caso de obstrucciones, suele ser más frecuente localizarlos en machos que en hembras, por razones anatómicas.

Causas

Según AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales) las causas que pueden provocar FLUTD son los siguientes:

 

Causas de FLUTD no obstructivo

Cistitis idiopática no obstructiva

65%

Piedras en la vejiga 

15%

Defectos anatómicos/tumores/otros

10%

Problemas de conducta

<10%

Infección bacteriana  

<2%

Causas de FLUTD obstructivo

Cistitis idiopática obstructiva

29%

Tapón uretral   

59%

Piedras en la vejiga   

10%

Piedras en la vejiga + infección bacteriana

2%

*Fuente: AVEPA

 

Cistitis idiopática: es muy frecuente encontrarlo en pacientes con FLUTD. Y aunque no sabemos exactamente cuál es la causa subyacente y según AVEPA, “una hipótesis reciente sugiere que la cistitis idiopática pueda ser debida a alteraciones en la interacción entre la inervación, la capa protectora de la vejiga (glucosaminoglicanos GAG) y la orina” . Este diagnóstico se produce cuando ya se han descartado otras causas posibles de FLUTD.

 

Piedras en la vejiga: son cálculos urinarios que se forman por la acumulación de minerales. Normalmente, son de estruvita u oxalato. Estos primeros, pueden disolverse a través de la orina, pero los de oxalato deben extraerse de manera quirúrgica. 

 

Obstrucción uretral: es la causa más grave, ya que la uretra del gato se obstruye parcialmente o de manera total debido a los cálculos que tiene. Cuando la obstrucción que detectamos es total, es importantísimo que tu veterinario/a de confianza le realice un chequeo. Ésto puede provocar la muerte del animal si no se soluciona a tiempo.

 

Infecciones bacterianas: por hongos, bacterias, virus…  La infección bacteriana es una causa muy rara de FLUTD. 

 

Prevención y tratamiento

Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a tu gato a prevenir en mayor o menor medida que sufra este síndrome:

 

Fomentar una vida saludable con una buena dosis de ejercicio: de esta manera,  harás que esté en forma y no sufra sobrepeso (es uno de los grandes factores de riesgo).

 

Aumentar la ingesta de agua: los gatos no suelen ser buenos bebedores por naturaleza. Es importantísimo que tu felino consuma una cantidad de agua adecuada para así diluir los componentes nocivos de la orina. Ayúdate de una fuente (el agua en movimiento les encanta y suele llamarles mucho la atención), de comida húmeda o si es posible, cambia su alimentación por una totalmente húmeda si su dieta se basa en pienso. 

 

Reducir el estrés: es uno de los factores que se considera desencadenante del FLUTD. Las mudanzas, la introducción de animales nuevos en el núcleo familiar, cambios en su dieta, de mobiliario, ausencias constantes y largas del tutor… son motivos que pueden causar estrés.

 

– Procura que el arenero esté lo más limpio posible: los gatos son animales muy limpios y ver el arenero sucio, puede provocar que deje de usarlo. 

 

El tratamiento de la FLUTD dependerá de la causa subyacente que la esté provocando. Normalmente, los casos no obstructivos suelen solucionarse en aproximadamente diez días, pero independientemente de ello, siempre nos centraremos en controlar el dolor (los episodios suelen ser muy molestos y estresantes para los gatos) y evitar recaídas o aparición de nuevos signos clínicos.

 

¿Tu gatete tiene FLUTD? ¿Tienes alguna duda al respecto? Ven a visitarnos a la clínica. ¡Estaremos encantadas de ayudarte!

 

Referencias: www.avepa.org